Plato SRAM Eagle Oval Direct Mount

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Más flujo, menos cambios.

Sientes la otra forma inmediatamente. Como si alguien diera un pequeño empujón cada vez. Después de unos cinco minutos de acostumbrarte, simplemente conduces con mucha más suavidad en tramos largos. Si tienes que pedalear debido a una pequeña subida o a arena suelta, la diferencia es aún más notable: en el punto muerto donde puedes aplicar la menor fuerza, cuando el pedal está casi en el tope, en realidad pedaleas más ligero. Y en el momento máximo, más pesado. Así distribuye y aprovecha mejor su potencia. Resultado: arranque más fácil y, sencillamente, menos cambios de marcha. Incluso en las subidas. A esto último hay que acostumbrarse, casi en contra de la lógica. Después de los primeros 100 km, también tengo la idea de que me duelen menos las rodillas, pero es un poco pronto para estar seguro. No esperaba que el efecto fuera tan notable, pero: ¡merece la pena comprarlo!